Reseña libro | LA LLUVIA AMARILLA de JULIO LLAMAZARES

Género: narrativa española, novela costumbrista

Año de publicación: 1988

Páginas: 143

Puntuación: 9/10

RESEÑA

Una novela breve pero intensa, melancólica, con una narración poética sublime, cargada de simbolismo, emoción y dureza. Un canto a esos pueblos que agonizan, que se mueren, y con ellos, las historias que un día estuvieron llenas de vida y esperanza.

El leonés Julio Llamazares nos lleva hasta un pueblo del pirineo aragonés llamado Ainielle, despoblado desde 1970, para introducirnos en los pensamientos de Andrés, su (ficticio) último habitante.

Y cada frase duele, ahoga, te hace sentir impotente ante el sufrimiento de un hombre que describe con una precisión que asusta la locura de su soledad, de la decadencia de su pueblo y de su inminente muerte.

Una historia costumbrista que retrata la realidad de la despoblación rural desde lo más profundo de sus entrañas, desde el corazón de los habitantes que un día fueron. Porque “la noche queda para quien es” y para aquellos a quienes la lluvia amarilla no les ha borrado la memoria.

No querrás acabarla por no dejar abandonado a ese pobre y solitario hombre que hasta la muerte se olvidó de él.

SINOPSIS

Andrés es el último habitante de Ainielle, un pueblo abandonado del Pirineo aragonés. Entre «la lluvia amarilla » de las hojas del otoño que se equipara al fluir del tiempo y la memoria, o en la blancura alucinante de la nieve, la voz del narrador, a las puertas de la muerte, nos evoca a otros habitantes desaparecidos del pueblo y nos enfrenta a los extravíos de su mente y a las discontinuidades de su percepción en el villorrio fantasma del que se ha enseñoreado la soledad. Publicada en 1988 y convertida hoy en un long seller, La lluvia amarilla es un símbolo del éxodo rural, una novela fundamental de la literatura española reciente que consagró a Julio Llamazares como uno de nuestros más valiosos narradores. Con motivo del vigésimoquinto aniversario de su publicación, esta edición conmemorativa incluye un prólogo de Julio Llamazares y el documental Ainielle, que recoge escenas de la adaptación teatral, el singular paisaje de pueblos y aldeas deshabitados, así como la narración de algunos pasajes de esta formidable novela por el actor José Sacristán, que invita a sumergirse de nuevo entre las páginas del libro.

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