SOY de PUEBLO (Paisanos 3/5)

Soy de pueblo, concretamente de La Mata del Páramo por parte de madre y de Valdesandinas por parte de padre, y creo que jamás me he sentido tan orgullosa como ahora de haber sido educada en el medio rural, entre personas que han sabido superar el dolor de perder a sus seres queridos en la guerra y/o que han trabajado de sol a sol para poder llevar un trozo de pan a la boca de sus hijos. Sin vacaciones. Sin agua. Sin descanso… Ellos sí que saben valorar como nadie aquello que han conseguido con tanto esfuerzo, con el sudor de su frente. Ahora, llegados a la senectud, caminan impasibles por las calles de su amado pueblo. Calles que en, muchos casos, fueron testigo de su partida hacia lo que, esperaban, una vida mejor. Y calles que, años más tarde, celebrarían el regreso de lo que les pertenecía: sus paisanos.

Con vecinos del pueblo: Benito, Enrique y dos jovenzuelos. A la izquierda, la Ayte. de cámara, Bárbara

Los pueblos de nuestra provincia están llenos de historias. Algunas de ellas jamás las llegaremos a conocer pues sus protagonistas se las han llevado consigo para siempre, pero aún estamos a tiempo de descubrir esas otras que los de la generación de principios del siglo XX guardan en su cajita de recuerdos. Pero para eso hay que preguntarles y, lo más importante, saber escucharles. Y ahí entra el programa «Paisanos»…

Si la pasada semana viajamos a Rioseco de Tapia, Valdevimbre y Maragatería, esta semana la aventura superó con creces  todas las expectativas.

Con mi querida Ezme

El miércoles estuvimos en Acebedo, villa ubicada en la Montaña Oriental. Nuestro guía fue Enrique, creador y administrador de la página web www.villadeacebedo.com que, muy amablemente y conociendo su situación personal, dejó su vida a un lado durante unas horas para ayudarnos a llevar a cabo este capítulo. Por mucho que lo intente y me esfuerce no sabré explicar como se merece lo que me llevé de este pueblo. Conocimos a gente muy diversa: Angelines, una mujer de 85 años de edad que, habiendo sido una hermosa mujer de joven, se quedó soltera por decisión propia. Domingo, el cura de la parroquia desde hace décadas, nos enseñó la iglesia y el reloj de la torre que aún funciona, aunque para ello haya que darle cuerda todas las semanas. Benito, un paisano que, a pesar de habernos hecho reír muchísimo, sus ojos mostraban la tristeza de no poder tener la vitalidad de un jovenzuelo para cabalgar con su caballo campo a través. Y, entre algunos otros vecinos, la gran querida María Ezme a la que tantas ganas tenía de conocer como comenté en el anterior post, una mujer que trabajó en la central de teléfonos de Acebedo entre los años 60 y finales de los 80. Nada más vernos nos fundimos en un sincero abrazo. Si los ojos de Benito emanaban tristeza, los de esta paisana desprendían felicidad, agradecimiento, bondad… Cuando nos fuimos, nos dijo con los ojos humedecidos: «Ahora os váis y yo me quedo aquí sóla…». Se me rompió el corazón y necesité dar media vuelta para pegarle otro abrazo y llenarla de besos. Si las lágrimas que caen al suelo fuesen semillas, ese día en Acebedo hubiese brotado la flor más bella del mundo.

Vecinos de Santa María del Condado en la iglesia del pueblo

El viernes los protagonistas fueron los vecinos de Santa María del Condado. Todo el mérito lo tiene Francisco. ¡Menudo dossier me preparó del pueblo y sus gentes!. Vamos, que me dio todo el trabajo hecho. Al llegar a la plaza del pueblo, recibimos una calurosa bienvenida de unos 20 paisanos que allí nos esperaban. El que más destacó entre todos fue Manuel, de aproximadamente 75 años y soltero. Por lo visto, la culpa de su soltería la tuvo la escopeta… No es que matase a su novia, sino que parece ser que de joven le gustaba tanto ir a cazar que cuando había que salir al baile estaba tan cansado que se quedaba durmiendo y, claro, se quedó sin baile y sin mujer. ¡Pues Angelines de Acebedo sigue soltera!. Ahí lo dejo…

Pero lo mejor de todo fue que la Asociación de Santa María del Condado, con motivo de la grabación del programa, preparó una paellada para todos los vecinos. Y así despedimos el programa, ¡comiendo!. Eso sí, ojo con el gentilicio de sus gentes que no todos comparten el mismo, incluso hay vecinos que se molestan si se les llama…… ¡Tendréis que esperar a ver el programa!.

Hay una cosa muy importante para mí en este proyecto y es el equipo técnico: Carlos Ochoa, Sara Fernándes y Bárbara González. No os imagináis la tranquilidad que te da estar rodeada de buenos profesionales que disfrutan con lo que hacen y aportan creatividad, apoyo moral y risas a cada instante.

La semana que viene viajaremos a Jiménez de Jamuz y seguramente con este pueblo, concluyamos la 2ª temporada de Paisanos. Una aventura televisiva que me aporta muchísimo tanto personal como profesionalmente. Sólo espero que os guste y que sepamos trasladar lo que hemos vivido y sentido a la pantalla de vuestro televisor.

Os dejo los enlaces de las dos páginas web de Acebedo y Santa Mª del Condado para que leáis lo que Enrique y Francisco, respectivamente, has escrito sobre nuestra visita: http://www.villadeacebedo.com/noticias.html y http://santamariadelcondado.com/2012/05/19/algunos-de-los-momentos-de-la-grabacion-de-paisanos/

De izquierda a derecha: Conrado, yo misma, Sara, Bárbara y Manuel en el pantano de Santa Mª del Condado